Módulo II
Los sentidos bajo el agua
El agua es un elemento cuyas propiedades físicas son muy distintas a las del aire; es por ello que nuestros sentidos se ven afectados.
La vista
Bajo el agua los objetos parecen más cercanos y más grandes debido a la refracción, es decir, al cambio de dirección de un rayo de luz al pasar de forma oblicua de un medio a otro con distinta densidad.
Además, bajo el agua se produce una pérdida del color. La luz blanca está compuesta por la suma de todos los colores. Cuando la luz entra en el agua, ésta va absorbiendo los colores uno a uno por lo que, cuanto mayor sea la columna de agua que tengamos encima de nosotros, más colores habrán sido absorbidos (y menos percibiremos). Los colores más vivos, como los rojos o los amarillos, a menudo se ven más pagados (marrones, grises o negros). Para ver los colores “reales” de un objeto bajo el agua será necesario utilizar una fuente de luz, como una linterna.
El oído
El agua es más densa que el aire por lo que, en ella, el sonido se propaga con más facilidad. Debido a que el sonido viaja de forma más rápida en el agua, nos resulta mas difícil ubicarlo (el sonido bajo el agua llega a ambos oídos prácticamente a la vez).
Equipo de protección térmica
Como hemos mencionado en el apartado anterior, el agua es más densa que el aire por lo que, en contacto con ella, perderemos calor corporal 20 veces más rápido que en contacto con el aire.
Aquí podéis ver un experimento en el que se muestra la pérdida de calor.
Para evitar la hipotermia será necesario el uso de diferentes trajes especializados. Existen 3 tipos:
Traje húmedo, traje semi-seco y traje seco.
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El traje húmedo permite la entrada y salida de agua, de modo que la protección térmica dependerá de la longitud del traje (manga larga o corta, media pierna o pierna completa) y de su espesor. Este tipo de traje es el que más se utiliza por su precio y bajo mantenimiento. La función principal de los trajes finos (2mm o 3 mm) es la de proteger contra posibles arañazos contra el entorno, por ejemplo, en los arrecifes de coral.
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El traje semi-seco permite la entrada de agua, pero no la salida de ésta. Esto permitirá la formación de una capa de agua entre nuestra piel y el propio traje, que se calentará por nuestro calor corporal.
El traje seco es totalmente estanco y no permite la entrada de agua. La protección térmica la proporciona la capa de aire presente entre nuestra piel, nuestra ropa y el propio traje.
Relación entre la temperatura y el tipo de traje
Si, a pesar de usar el traje, no soportas el frío y tiritas de forma constante, deberás salir del agua, secarte bien y abrigarte.
Ten en cuenta que los trajes de buceo proporcionan protección térmica, por lo que, cuando estés en superficie, ponte únicamente la parte inferior (dejando el torso al descubierto) hasta el último momento con el fin de prevenir el sobrecalentamiento.
Nadar y moverse bajo el agua. Postura hidrodinámica
Bajo el agua tenemos que realizar movimientos lentos y pausados. Esto nos ayudará a ahorrar aire, a no cansarnos y, en definitiva, nos permitirá pasar más tiempo bajo el agua.
Nuestra postura al bucear debe ser lo más hidrodinámica posible. Evitaremos llevar elementos del equipo que sobresalgan demasiado o cuelguen, ya que esto nos dificultará el avance y, probablemente, dañará tanto el equipo como el entorno.
Nuestro aleteo debe ser amplio y pausado, evitando los movimientos bruscos.
Técnicas de respiración, espacios de aire muerto y qué hacer en caso de sobreesfuerzo
Como ya hemos visto anteriormente, respirar de forma lenta y profunda nos ayudará a consumir menos aire y a estar más tranquilos; pero, además, respirar de esta manera es fundamental ya que estamos respirando a través de un espacio de aire muerto.
Un espacio de aire muerto es aquel por el que circula el aire, pero en el que no se produce un intercambio gaseoso (un ejemplo de espacio de aire muerto en nuestro organismo es la tráquea).
Para poder respirar bajo el agua necesitamos un equipo especial, ya sea un tubo o un regulador; esto generará un espacio de aire muerto en el que el aire tiende a viciarse, ya que inhalamos y exhalamos por el mismo sitio (el aire rico en oxigeno que inhalamos se mezcla con el aire rico en dióxido de carbono que exhalamos). Por otro lado, el dióxido de carbono es el gas que dispara el reflejo de respirar en nuestro sistema nervioso por lo que, al consumir más cantidad de este gas tenderemos, de forma involuntaria, a respirar más rápido; esto a su vez, viciará más el aire de ese espacio, por lo que entraremos en un círculo vicioso que se traducirá en un aumento del consumo de aire o fatiga. En caso de que lleguemos a este estado, deberemos detenernos y recuperar el aliento antes de continuar.
Sistema de compañeros II, control de seguridad preinmersión (CPTAO) y separación de compañeros
Antes de lanzarnos al agua debemos hacer el chequeo preinmersión mutuo, es decir, yo revisaré el equipo de mi compañero y él revisará el mío.
Para recordar todos los pasos a seguir utilizaremos la regla mnemotécnica CPTAO (Cada Persona Trabaja Ayudando al Otro):
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C – Chaleco. Comprobaremos el ajuste del jacket (todas las tiras), la conexión con el latiguillo de baja presión, su funcionamiento y que la tira de la botella se encuentre bien ajustada.
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P – Plomos. Comprobaremos que la cantidad de lastre que llevamos sea la apropiada, que se encuentra bien distribuido y que está bien ajustado para evitar su pérdida.
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T – Tiras de sujeción. Comprobaremos que el sistema de zafado rápido funciona correctamente.
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A – Aire. Respiraremos de ambos reguladores (el principal y el octopus) para comprobar que funcionan correctamente; esto lo haremos a la vez que miramos el manómetro y comprobamos que la aguja se mantiene fija y sin fluctuar (en caso de que esto ocurra, será un indicativo de que la botella está cerrada).
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O – OK final. Haremos una comprobación final mutua para verificar que todo esté en su sitio y ajustado correctamente.
Una vez que hemos comprobado todo el equipo, podremos entrar en el agua.
Descenso en aguas abiertas
Descenso en 5 puntos
Cuando vayamos a realizar el descenso en una inmersión debemos seguir estos 5 puntos:
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Confirmaremos que estamos listos mediante la señal de OK.
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Tomaremos como referencia algún objeto (como el cabo, el barco o algún rasgo distintivo del paisaje) para realizar el descenso.
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Cambiaremos el tubo por el regulador.
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Encenderemos nuestro ordenador de buceo, si no lo hemos hecho previamente.
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Señalizaremos el descenso.
Descender con o sin referencia
Siempre tendremos que descender en posición vertical y de forma lenta; esto nos ayudará a compensar más fácilmente. No te separes de tu compañero durante el descenso por lo que será necesario hacerlo siguiendo el ritmo de la persona que descienda de manera más lenta.
En caso de que dispongas de una referencia, realiza el descenso siguiéndola; si no es éste el caso, desciende junto a tu compañero y controla la profundidad a la vez que ajustas la flotabilidad.
Ascenso en aguas abiertas
Ascenso en 5 puntos al finalizar la inmersión
Para realizar el ascenso previo a la finalización de la inmersión seguiremos estas 5 pautas:
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Haremos la señal de subir y comprobaremos que ambos compañeros estamos listos para iniciar el ascenso.
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Comprobaremos que hemos finalizado la parada de seguridad (debemos realizar una parada de 3 minutos a una profundidad de 3-5 metros).
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Miraremos hacia arriba y vaciaremos el jacket según vayamos perdiendo profundidad; de no hacerlo, el aire presente en el interior del chaleco “tirará” de nosotros hacia arriba haciéndonos ascender demasiado deprisa.
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Ascenderemos a una velocidad máxima de 18 metros por minuto, o a la velocidad que nos indique nuestro ordenador. En caso de que no dispongamos de un ordenador de buceo, nunca debemos ascender más rápido que las burbujas que exhalamos.
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Alzaremos el brazo para evitar golpearnos con algún objeto que se encuentre en superficie y ascenderemos sin separarnos de nuestro compañero.
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Cuando hayamos emergido del todo, hincharemos nuestro chaleco al máximo estableciendo flotabilidad positiva, cambiaremos el regulador por el tubo y haremos la señal de OK a nuestro compañero y al Divemaster o instructor.
Entradas al agua
Existen diferentes formas de entrar al agua dependiendo de si lo hacemos desde la playa o desde un barco; además, dependiendo del tipo de barco, entraremos al agua de una forma u otra.
Aunque hay diferentes estilos, todos tienen en común:
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Tendremos el jacket hinchado completamente.
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Tendremos el regulador en la boca.
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Sujetaremos el regulador y la máscara con una mano mientras que con la otra, sujetaremos los plomos y el jacket.
Entrada a paso de gigante
Esta técnica es idónea si vamos a entrar en agua profunda desde una plataforma o bordillo. Para realizarla, estiraremos completamente una pierna y nos dejaremos caer al agua.
Entrada rodando de espaldas
Para realizar esta entrada nos dejaremos caer de espaldas. Esta técnica es ideal para entradas al agua desde una embarcación neumática.
Comprobación del lastre correcto
Para comprobar si llevamos la cantidad de lastre adecuada vaciaremos nuestro jacket (estando en el agua) y mantendremos el aire en los pulmones; si llevamos la cantidad justa de lastre, el agua debería llegarnos a la altura de los ojos. Si nos hundimos será un indicativo de que llevamos demasiado plomo. Si, por el contrario, el agua está por debajo de la línea de los ojos será una señal de que nos falta lastre.
Ajustar la tira de la botella
No es común que se desajuste la tira de la botella durante una inmersión ya que, durante la comprobación del equipo, nos aseguraremos de que el ajuste sea el correcto; además, realizaremos una segunda comprobación durante el CPTAO.
Aún así, durante el curso aprenderás cómo solucionar un desajuste de la tira de la botella bajo el agua.
Flotabilidad neutra
La flotabilidad neutra es la habilidad de quedarse flotando entre dos aguas, es decir, sin ascender ni descender. Para lograrla trabajaremos con el jacket y la respiración. Cuando eliminamos aire del chaleco o vaciamos nuestros pulmones, descenderemos; por el contrario, si añadimos aire al chaleco o prolongamos la inhalación, ascenderemos. Debemos tener en cuenta que estas acciones no tienen un efecto inmediato (por ejemplo, cuando eliminamos aire del jacket, no descenderemos inmediatamente, sino que tardaremos unos 3 o 4 segundos en descender).
Desconectar el latiguillo de la tráquea
Cuando la tráquea de nuestro equipo se estropea, comenzará a dejar pasar aire al jacket. Esto supone un problema para nuestra flotabilidad ya que, al añadir aire a nuestro chaleco, ascenderemos pudiendo superar la velocidad máxima de ascenso de 18 metros por minuto.
Para evitar esto, localizaremos el latiguillo y lo desconectaremos de la tráquea.
Ejercicios de máscara inundada
Resulta frecuente que se nos llene de agua la máscara durante una inmersión, debido a un mal ajuste o a que la máscara se descoloque por cualquier motivo.
Para solucionarlo debemos actuar del siguiente modo:
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Tomaremos aire por la boca.
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Llevaremos los dedos a la parte superior de la montura de la máscara.
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Presionaremos con los dedos a la vez que exhalamos por la nariz y miramos hacia arriba.
Ejercicios de agotamiento de aire
Este ejercicio te permite saber qué se siente cuando te quedas sin aire, lo cual resulta útil para aprender a reaccionar de forma correcta.
Durante este ejercicio estarás mirando el manómetro mientras el instructor cierra tu botella. Una vez hecho esto, comprobarás que la aguja desciende con cada respiración hasta que la aguja llegue a cero. Cuando esto ocurra, deberás realizar la señal de “no tengo aire” para que el instructor vuelva a abrir la botella; una vez hecho esto, la aguja volverá a su posición anterior.
Banderas de buceo
Cuando nos encontramos bajo el agua, los barcos no pueden visualizarnos. Para evitar accidentes, debe desplegarse en superficie una bandera que indique que hay buceadores en la zona; esta bandera puede colocarse en una boya o en un barco cualquiera. De este modo, los barcos que circulen cerca quedarán avisados de que se mantengan alejados y reduzcan la velocidad. Las embarcaciones no deben acercarse a más de 30 metros de dicha bandera, mientras que los buceadores no debemos alejarnos a mas de 15 metros de ella.
Cuchillos y herramientas cortantes
A pesar de no ser una parte indispensable del equipo de buceo, pueden llegar a ser muy útiles ante enredos y atrapamientos. Sin embargo, recuerda que, en caso de que esto te suceda, lo primero que debemos hacer es mantener la calma, pensar la manera más eficiente de proceder y, finalmente, actuar. Puede que, valorando la situación, resulte mas fácil desenredarse pidiendo ayuda a un compañero que empleando un cuchillo u otra herramienta cortante. Hay que tener en cuenta que el uso de este tipo de utensilios implica un riesgo que se ve aumentado debajo del agua.
A pesar de ello, si decidimos incorporar un cuchillo a nuestro equipo de buceo, debemos escoger un lugar para guardarlo donde podamos alcanzarlo con ambas manos. La tráquea o alguno de los bolsillos suelen ser las mejores opciones para guardarlo. En contra de lo que se pueda pensar, el tobillo no es buen punto para colocar nuestro cuchillo ya que es la zona de nuestro cuerpo que más se mueve durante el buceo; eso implica que, si lo guardamos en esa zona, es más probable que perdamos nuestra herramienta durante una inmersión.
Los cuchillos con punta y de pequeño tamaño (unos 15 cm de longitud incluyendo la hoja y el mango) son suficientes
Los cuchillos sin punta son también una buena opción, ya que nos permiten hacer palanca en caso de necesitarlo, disminuyendo el riesgo de fractura para la hoja.
Los corta-cabos son este tipo de herramienta los cuales sin riesgo de daño para el usuario nos proporcionan gran poder de corte.